La decisión del Tribunal Constitucional ha causado estupor en el Parlament. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la presidenta de la Cámara, Núria de Gispert, han coincidido en mostrar su asombro y sorpresa por el hecho de que el Alto Tribunal haya suspendido una declaración que es de naturaleza política y no jurídica. "Es insólito, altamente preocupante y profundamente decepcionante", ha dicho el presidente catalán. Mas ha reclamado al Constitucional que cuando tenga que emitir la sentencia ejerza de "árbitro" y actúe con "prudencia, sentido común y equidad y atendiendo al principio de radicalidad democrática".